Ante la duda ¿Cuál es el camino correcto?
En las semanas anteriores les estaba contando de algunos preparativos que venía teniendo para un lanzamiento de un producto, y me llegó una oferta para hacer un trabajo que me puso a pensar mucho sobre cuál debería ser el camino correcto a tomar, uno me confrontaba con el pasado y poner en pausa lo que venía haciendo y el otro era continuar el camino presente. Y claro, esto es algo que nos pasa constantemente, tomar decisiones frente a lo que la vida nos propone.
En una meditación pedía guía de lo que debería hacer frente al camino que debía tomar, y la respuesta me llegó con total claridad y es lo que les quiero compartir.
El mensaje es simple:. El único camino correcto es en el que estás en este momento.
Lo que más trabajo nos cuesta a los seres humanos es aceptar lo que está sucediendo, el momento presente. Claro, si es algo muy “positivo” no lo cuestionamos, pero cuando está al otro lado de la balanza y es algo muy “negativo”, ahí sí lo cuestionamos y no lo vemos como necesario o parte del proceso.
Sé que es difícil de aceptar, pero el camino en el que estamos en este instante presente y no solamente es el único que existe, es el que necesitamos, en el que debemos estar. Así vaya en contravía de los planes que teníamos y pensábamos que eran los correctos.
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Índice
- ¿Perder y devolverse es fracasar?
- ¿Cuál es el camino correcto?
- ¿A dónde debemos llegar?
- El único camino correcto es en el que estás en este momento
- El Momento de aceptar
- ¿Quieres profundizar más?
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¿Parar y devolverse es fracasar?
Las semanas pasadas les estaba contando de algunos preparativos que venía teniendo para un lanzamiento de un producto, y me llegó una oferta para hacer un trabajo que me puso a pensar mucho sobre cuál debería ser el camino correcto a tomar, uno me confrontaba con el pasado y poner en pausa lo que venía haciendo y el otro era continuar el camino presente. .Y claro, esto es algo que nos pasa constantemente, tomar decisiones frente a lo que la vida nos propone.
En una meditación pedía guía de lo que debería hacer frente al camino que debía tomar y me llegó la respuesta con total claridad y es lo que les quiero compartir.
A veces uno cree que parar es perder y devolverse es fracasar.
A veces no nos queda nada más que parar y devolvernos para llegar a donde tenemos o queremos llegar. El problema es que nuestro Ego nos dice que no lo deberíamos hacer, qué está mal visto, que solo para adelante es avanzar cuando, a veces, para poder avanzar de verdad tenemos que rodear los obstáculos, estrellarnos o encontrar un mejor camino y eso implica devolvernos, desviarnos, cambiar de ruta.
No debemos ver esos momentos como un fracaso, es tan solo parte del proceso.
En EVVO Life tenemos una Micro travesía (un taller corto) sobre los futuros potencialmente negativos de nuestros pensamientos, y ahí uso una imagen que me encanta para describir las posibilidades que tenemos en este instante presente, los posibles caminos, y bueno, para los que escuchan el podcast trataré de describirla, los que la lean en el Blog la pueden ver.
Imagina una carretera que se bifurca en cientos de posibilidades, como las venas capilares que, de un punto, bifurcan e irrigan sangre a toda una zona para cubrir a todas las zonas del cuerpo. La primera bifurcación es el momento presente donde te presentan una oportunidad de tomar una decisión y tus decisiones te llevan por un camino o el otro, y apenas tomas una nueva ruta se presentan nuevas bifurcaciones y así sucesivamente y eternamente.
¿Cuál es el camino correcto?
La pregunta que todos nos hacemos cuando se presentan nuevos caminos u oportunidades y dudamos, ante la duda, decidir cuál es el camino correcto es algo que nos puede carcomer y la conversación interna de nuestro Ego no nos ayuda tampoco.
EGO: Y si tomo por este lado, y si tomo por el otro, cuál será el resultado, y si fracaso, qué pensarán de mí, es que me da miedo, es que no me atrevo, es que no debería, y si me equivoco, y si me quiebro, y si no me aman, y si no me aceptan…etc.
Y peor aún si tomamos un camino, y llevamos en ese camino años, y de repente se presenta algo que nos lleve a cambiar de camino, puede ser una nueva propuesta, una nueva necesidad, una nueva persona que conocemos la decisión de qué camino tomar al parecer es más difícil o al menos el Ego pondrás más trabas porque el aparente fracaso es mayor.
Si hemos hecho todo de la misma forma una y otra vez con los mismos resultados, parar y devolverse o tomar un nuevo camino no es un fracaso, es lo único que puedes y debes hacer si buscas resultados diferentes, pero eso es difícil de ver y entender.
Y si todo te funciona e igualmente decides tomar un nuevo camino, una nueva aventura, solo es por algo, pero también es difícil de entender.
¿A dónde debemos llegar?
Lo que pasa es que queremos resultados inmediatos y vemos que cambiar de ruta, así sea temporalmente hacia otra dirección, como un fracaso pero no lo es, es simplemente parte de lo que tenemos que vivir, de lo que nos están poniendo por delante para llegar a donde nuestra alma quiere llegar y por eso desconocemos que tal vez todo lo “malo” que nos sucede está funcionando PARA nosotros, a favor nuestro y que estos desvíos de nuestros planes nos invitan a tener nuevas vivencias y experiencias que sin ellas, no llegaríamos a donde debemos llegar. Ojo no dije a dónde queremos llegar, sino a donde debemos llegar.
Por algo dicen que los tiempos de Dios son perfectos, todo sucede en el momento en que estamos listos para vivirlo, ni antes ni después.
Así sintamos en el momento presente que estamos abandonados, no es así, siempre tenemos guía, el reto más bien es aprender a escucharla y a entender una cosa, no solo a nivel racional sino poniéndolo en práctica desde el corazón. Y ese fue el simple mensaje que me llegó cuando pedí esa guía y es que, el único camino correcto es en el que estás en este momento. Es un estado mental, como todo en la vida. No importa que camino cojas.
El único camino correcto es en el que estás en este momento
Déjame repetir eso, el único camino correcto es en el que estás en este momento. El entendimiento profundo de esto es muy liberador, pero no llega rápido en el camino, llega con lo que llaman en inglés el surrender. El soltar, la entrega del control, lo que viene siendo el nivel 3 de consciencia según el reverendo Michael Beckwith.
En ese instante entendí que el problema no es cuál es el camino correcto, es decir el problema no está en la decisión, es aceptar que irrelevante del camino que tome, estaré en el correcto.
Lo que más trabajo nos cuesta a los seres humanos es aceptar lo que está sucediendo en el momento presente. Claro si es algo muy “positivo”, ni lo cuestionamos, pero cuando está al otro lado de la balanza y es muy “negativo”, ahí si lo cuestionamos y no lo vemos como necesario.
Se que es difícil de aceptar, pero el camino en el que estamos en este instante presente no solo es el único que existe, es el correcto, el que necesitamos en el que debemos estar así vaya en contravía de los planes que teníamos y pensábamos que eran los correctos.
Y es normal querer cambiarlo si nos estamos sintiendo mal en el presente por lo que estemos pasando, pero eso no quiere decir que no sea el camino correcto.
El Momento de aceptar
En el momento en que acepté conscientemente que cualquier camino en el que esté es el correcto para mi, fue absurdamente liberador, me trajo mayor bienestar y la capacidad de tomar una decisión aparentemente difícil no solo se convirtió en un trámite mental en el presente, le trajo mucha paz y tranquilidad a las incertidumbres del futuro.
Si realmente entendemos esto profundamente, no hay nada malo con él camino, también pasará, la noche también llegará a su fin y vendrán aprendizajes en el día que no conlleven tanto dolor si es lo que sientes.
Los cambios en nuestra vida vienen de esa forma, no podemos evolucionar sin problemas que nos lleven a aprendizajes, y ese, es el camino correcto.
Oí una frase alguna vez que decía algo así como “El fracaso es un estado mental, ya que tu proyecto fracase no significa que seas un fracasado”
Ahí está la diferencia para sentirte bien en el camino. No hay nada malo contigo, el camino en el que estás es tan solo lo que necesitas.
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